“Cuando los medios hablan del proyecto y de las entrevistas a personalidades conocidas en el mundo público, lo abordan como una estrategia de mercado, y lo mencionan para no hablar de nosotros, de lo que reflejamos y hacemos. Pero mienten, muchos de ustedes piensan que es una revista, pero ¿cómo se explica una revista que no tiene pauta oficial ni publicidad comercial?”.
Con estas palabras, Nacho de La Poderosa invita a reflexionar sobre cómo se logra el sostenimiento de un medio autogestivo e independiente, sin recurrir a recetas mágicas ni a las técnicas de marketing que proponen los “expertos” del sistema.
Dice entonces: “Se sostiene porque somos un montón de compañeros organizados, que es lo que no quieren contar y lo que les da miedo. En principio no teníamos nada, pero decidimos romper con lo que nos hicieron creer toda la vida de que para sobrevivir las únicas estrategias de financiamiento eran el roperito, vender ropa arreglada, la pollada, el bingo, el torneo de truco, el festival, cuando todo lo que hacían era licuar la plata dentro del barrio, entre las manzanas. Pero nuestro problema real no era de distribución sino de existencia de plata, y para que entre de afuera teníamos que subyugarnos a estructuras partidarias en las que no teníamos posibilidad de decisión o a las transnacionales para que convirtieran nuestro trabajo en una disciplina publicitaria”.
“Nos preguntamos entonces, ¿por qué no tenemos comunicadores villeros?, porque trabajan en negro, 25 horas diarias, los fines de semana, ¿en qué momento iban a prepararse?. Por eso, lo que necesitábamos era que pudieran sostener su formación. Así, cada asamblea se comprometió a utilizar esos recursos de financiamiento mencionados para sostener el proceso de formación de los comunicadores que eligió cada grupo, pagándoles una beca de 500 pesos a cada uno”.
Dice entonces: “Se sostiene porque somos un montón de compañeros organizados, que es lo que no quieren contar y lo que les da miedo. En principio no teníamos nada, pero decidimos romper con lo que nos hicieron creer toda la vida de que para sobrevivir las únicas estrategias de financiamiento eran el roperito, vender ropa arreglada, la pollada, el bingo, el torneo de truco, el festival, cuando todo lo que hacían era licuar la plata dentro del barrio, entre las manzanas. Pero nuestro problema real no era de distribución sino de existencia de plata, y para que entre de afuera teníamos que subyugarnos a estructuras partidarias en las que no teníamos posibilidad de decisión o a las transnacionales para que convirtieran nuestro trabajo en una disciplina publicitaria”.
“Nos preguntamos entonces, ¿por qué no tenemos comunicadores villeros?, porque trabajan en negro, 25 horas diarias, los fines de semana, ¿en qué momento iban a prepararse?. Por eso, lo que necesitábamos era que pudieran sostener su formación. Así, cada asamblea se comprometió a utilizar esos recursos de financiamiento mencionados para sostener el proceso de formación de los comunicadores que eligió cada grupo, pagándoles una beca de 500 pesos a cada uno”.
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Fuente: http://lapoderosa.org.ar/ |
Luego de ello, mil ejemplares fueron distribuidos gratuitamente entre los vecinos del barrio y los otros dos mil se vendieron en el exterior, a diez pesos. “Ello nos permitió obtener una recaudación de 20 mil pesos, para hacerla autosustentable, pagar las becas desde la revista y los tres mil ejemplares de febrero. Pero en las asambleas se debatió y nos dimos cuenta que podían seguir pagando esos dos mil pesos de la beca y además comprar mil revistas al costo y formar una cooperativa de trabajo de distribución para que las venda a diez pesos afuera, lo que que permitía obtener diez mil pesos, bancar la cooperativa de distribución y hacer crecer la tirada de la revista”.
"Ello multiplicado por quince asambleas, llevó a que se publicaran más de 22 mil ejemplares y se generaran doscientos puestos de trabajo para compañeros que trabajan en la distribución y que luego se suman a la revista en las discusiones de contenido", según lo detallan desde la organización social.
En base a lo anterior, desde La Poderosa no dudan en afirmar: "Esto no es una revolución comunicacional es una revolución económica, porque logramos vivir con plata que viene desde afuera, manteniendo nuestra dignidad y sin que nadie nos diga lo que tenemos que decir, denunciando nuestra realidad y nuestro fin, porque todos los medios tienen un fin, el de los grandes medios es concentrar poder de dominación, para nosotros se trata de lograr la igualdad de oportunidades y la urbanización".
La Garganta Poderosa y su grito rosarino |
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