Por Eugenia Rodríguez
Hace 20 años nacía en la localidad de Casas,
un pequeño poblado del centro-oeste santafesino, de poco más de 700 habitantes,
una nueva institución; cuyo valor histórico, comprendido por quienes apostaron
a su surgimiento, pudo ser distinguido recién años más tarde por el conjunto de
la comunidad.
Si bien las actividades y el trabajo de quienes acompañaron su crecimiento, tiene como fecha de inicio el 18 de marzo de 1991, recién un año más tarde lograría ser reconocida como institución autónoma, primer paso clave para proyectar su futuro.
Al momento de caracterizar esos primeros tiempos, se imponen valoraciones que hablan de una larga y ardua lucha, de falencias en infraestructura, de más de una treintena de alumnos en la primera promoción, como reflejo directo de la enorme necesidad de contar con una escuela pública de nivel medio, que permitiera a los jóvenes continuar sus estudios.
Desde su primera directora, actualmente
jubilada, pasando por las docentes de física, plástica, inglés y la encargada
de la limpieza, cuando se recuerdan aquellos difíciles comienzos, brotan
sensaciones de alegría por lo obtenido, por los méritos académicos de alumnos,
por el valor que los estudiantes dieron a lo que aprendieron en sus proyectos
de vida, por los cambios edilicios, y fundamentalmente por la transformación de
la imagen en el propio pueblo. “Se trata de una escuela que fue, como todo lo
nuevo y especialmente en un pueblo chico, muy cuestionada, al punto de una
desconfianza que hacía que aún cuando ya funcionaba, muchas familias siguieran
enviando a sus hijos a otras localidades”, según lo relata la profesora María
Teresa Mafezzini, quien estuvo a cargo de la Escuela de Enseñanza Media Nº 403,
por 19 años.
A este contexto de hostilidad a causa de las
fuertes críticas para con el proyecto, se sumaba la inexistencia de un edificio
para la institución educativa, lo que generó que se fueran improvisando aulas, a
medida que aumentaban los cursos. Es así que en un inicio la escuela funcionó
en una especie de garaje que la comuna local cedió para la primera promoción,
posteriormente se realizó el traslado a otras dos habitaciones aledañas.
A medida que los cursos se ampliaban, el
espacio cedido era insuficiente, frente a lo que la escuela recibe en comodato un
edificio un poco más grande, donde había funcionado con anterioridad una cooperativa.
Este último tampoco cubría la totalidad de las necesidades, lo que obligó a los
docentes a dar clases en el escenario del salón comunal, donde se realizan los
eventos de la localidad. Consecutivamente, por intermedio de la Dirección
Regional de Educación, se llegó a un acuerdo con las autoridades de la Escuela
Primaria Nº 265, para utilizar la casa habitación de esta última institución, a
modo de compensar las aulas faltantes.
Los comienzos de la escuela marcarían un
camino de permanentes barreras para la comunidad educativa, que a pesar de
todo, unió esfuerzos para apostar colectivamente a un sueño que abarca la
posibilidad de trabajar, para brindar a los jóvenes el derecho a una educación
gratuita y de calidad.
Al respecto, miembros de ese primer grupo de
docentes, comparten los principales recuerdos de aquellos tiempos:
Video realizado por alumnos de 5to año de la E.E.M Nº403. Promoción 2011
Con el transcurso de los años, la imagen que existía de la escuela en la población local y en la región, se fue modificando gracias al esfuerzo diario de docentes y alumnos, que a través del respeto y estudio, lograron demostrar las capacidades no sólo personales, sino fundamentalmente de toda la institución. Sin embargo, si bien la construcción de una nueva mirada sobre la escuela logró ser incorporada en las concepciones comunes compartidas, las deficiencias edilicias continuaron impidiendo, aún después de haber concretado sus 20 años, la consolidación de la institución.
Cuando la escuela cumplió diez años, se
realizaron algunas refacciones mediante fondos que fueron solicitados junto a
la escuela primaria local, ya que al no tener edificio propio la entidad
secundaria no podía requerir subsidios para mejorar las instalaciones.
No obstante ello, el uso cotidiano de la
estructura edilicia, que sólo podía ser reparada de forma momentánea y en su
mayor parte, superficial, hacía evidentes las deficiencias materiales que la
escuela no podía solventar con las partidas de fondos recibidas, ni con los
réditos económicos obtenidos de las clásicas estudiantinas, fiestas en las que todo el grupo educativo
aportaba para brindar un espectáculo que además de divertir a los asistentes,
les posibilitara incrementar los recursos disponibles.
Por esto, alumnos y docentes convivieron
durante muchos años, con instalaciones absolutamente carenciadas, al punto de
tener que desarrollar las clases en aulas con techos próximos a desprenderse,
cables en mal estado, humedad en paredes y techos, deficiente suministro de
agua en los baños y muy escasa ventilación y calefacción en las aulas. Se
agrega además, la reducida dimensión de las mismas, como en el caso de dos
pequeñas salas destinadas, una para los profesores y la cocina, y otra para el cursado
de informática.
Su escasa dimensión, hizo imposible que los docentes
pudieran participar de un espacio en común, debiendo permanecer en las aulas o
en rectoría, un salón compartido entre la dirección y la secretaría
institucional. En ese mismo orden, el cursado de informática debía amoldarse a
una sala en la que sólo entraban alrededor de seis personas, debiendo los
alumnos turnarse para el estudio, a pesar de que paradójicamente la escuela
cuenta con una gran cantidad de computadoras de escritorio para el trabajo de clase.
Se vuelve indispensable también describir que
debido al uso de las dos salas de la casa habitación de la ex directora de la
Escuela Primaria Nº 265, ubicadas enfrente de la Escuela 403, los estudiantes, profesores,
directivos y portera, debían cruzar permanentemente de uno a otro lado de ambas
partes, lo que dificultaba el control de los alumnos, la comunicación con
dirección y otras aulas, especialmente los días de lluvia, en los que era
imposible atravesar la calle apenas mejorada, que separa las partes.
Se trata de una lucha atravesada por reclamos
constantes, repuestas fallidas y sueños frustrados. La conciencia de la
imposibilidad de fortalecer una institución sin un edificio propio donde
accionar, llevó a que en 1998 la directora Mafezzini junto a autoridades comunales, gestionara ante
el Ministerio de Educación Provincial la posibilidad de escriturar un terreno
local a nombre de dicha dependencia, que sea luego cedido para la construcción
de un edificio para la escuela. Según lo expresa la primera directora, se trató
de un proceso que demoró años, marcado por una espera interminable, que
permitió finalmente a la escuela tener un amplio sitio para edificación.
No obstante ello, tal avance significaría
recién un puntapié para iniciar otro largo camino, que implicaba lograr el
financiamiento para las obras requeridas. En ese marco, gracias a los reclamos
y demandas permanentes de las autoridades educativas, que en un actitud de lucha
constante, decidían no renunciar a sus propósitos esenciales, se logró que se
incorpore a la institución dentro del Plan de 700 Escuelas, que se inicia en el
gobierno de Néstor Kirchner con coordinación del entonces Ministro de Educación
Nacional, Daniel Filmus.
Frente a la inexistencia de respuestas en
relación a este primer proyecto, y luego de esperar varios años mientras las
licitaciones nunca llegaban a término, la nueva dirección de la institución,
que comienza su gestión en 2011, junto a la Comisión Cooperadora, deciden hacer
llegar nuevamente las demandas a la Dirección Regional de Educación, a fín de
obtener alguna respuesta que, “permitiera revertir las condiciones
insostenibles y urgentes que enfrentaba toda la escuela, por haber sido desoída
los años anteriores”, según lo comenta la actual directora, Prof. Patricia
Lazzarón.
En ese marco comenzó el proceso de ampliación
y refacción del edificio de la Escuela Media, para lo que se tomó como base las
dos aulas que ya se usaban de la Escuela Primaria a las que se les sumó las
nuevas obras en el mismo terreno, que hasta el año pasado no tenía
edificaciones.
Al visitar hoy la escuela, las nuevas
instalaciones no sólo se reflejan desde lo edilicio sino que han influido en el
clima de desarrollo de las actividades. Combinado con la belleza que transmiten
las paredes nuevas, la pintura en perfectas condiciones, las aulas amplias, con
nuevos materiales para el dictado de clase, y un patio en común que reúne a
casi todos los cursos, con excepción del único curso que pronto estará junto a
los demás alumnos, aparece la alegría de docentes y estudiantes que expresan lo
reconfortante de haber logrado semejante cambio, que remarcan de forma unánime que, "no es sólo estructural sino también comunicacional".
La convivencia ha cambiado, cada grupo puede
por fin tener su propio espacio y a la vez compartir uno en conjunto, la
comodidad generada por los cambios materiales queda en evidencia, y los profesores no dudan en remarcar las
consecuencias favorables para el dictado de las materias, con mayor
concentración de los alumnos, que pueden gozar de adecuadas condiciones, para
focalizar su interés en el estudio, sin temor a riesgos por la antes
deteriorada infraestructura y con la ventilación necesaria.
En el presente, está pronto a finalizarse la segunda etapa del proyecto, que permitirá contar con la totalidad de aulas necesarias, la espera por ellas es detectable en la charla con los profesores que ya planifican la inauguración oficial del nuevo edificio para el próximo año. A unos días de finalización del ciclo electivo y a un año de iniciadas las obras, la comunidad educativa se alegra de que los jóvenes da Casas puedan tener su propio lugar para estudiar, un lugar donde adquirir las herramientas necesarias para conseguir un trabajo y/o seguir estudiando. Se trata ni más ni menos, que de proporcionar a los alumnos un espacio en el que sientan que sus demandas de conocimiento y formación individual y social encuentran respuestas, y en las mejores condiciones.
En el presente, está pronto a finalizarse la segunda etapa del proyecto, que permitirá contar con la totalidad de aulas necesarias, la espera por ellas es detectable en la charla con los profesores que ya planifican la inauguración oficial del nuevo edificio para el próximo año. A unos días de finalización del ciclo electivo y a un año de iniciadas las obras, la comunidad educativa se alegra de que los jóvenes da Casas puedan tener su propio lugar para estudiar, un lugar donde adquirir las herramientas necesarias para conseguir un trabajo y/o seguir estudiando. Se trata ni más ni menos, que de proporcionar a los alumnos un espacio en el que sientan que sus demandas de conocimiento y formación individual y social encuentran respuestas, y en las mejores condiciones.
promoción 2011.
Nota Base: http://palabrassublevadas.blogspot.com.ar/2012/12/un-nuevo-edificio-para-un-mejor-futuro.html
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