sábado, 26 de octubre de 2013

Una movilización con l@s pib@s como protagonistas

Fuente: https://www.facebook.com/Asamblearosario
  El pasado miércoles 23, una multitud colmó la Plaza Pringles de la ciudad. De las banderas, los cánticos, las charlas y el mismo poner el cuerpo, se desprendía una sola y contundente consigna: “CON L@S PIB@S NO”. 
Es esta consigna la que viene guiando el accionar de un grupo diverso de organizaciones sociales, culturales, gremiales, estudiantiles, políticas, que entendiendo que los discursos no alcanzan y que solo en los hechos concretos se logran los objetivos de lucha, han formado la Asamblea por los derechos de la Niñez y la Juventud. 

  Según lo enuncian desde la propia organización, se trata de “un espacio abierto de encuentro y reflexión, de acciones para intentar generar propuestas alternativas a la situación que sufre la juventud de los barrios populares de Rosario y exigir al mismo tiempo, respuestas a los tres niveles del Estado, las que no pasan por la baja de edad de imputabilidad sino por garantizar los derechos básicos de los niños, niñas y jóvenes”.

  En ese marco de acción, es que se realizó esta marcha que contó con la presencia indispensable de niñ@s y adolescentes de los barrios Ludueña, Bella Vista, Villa Banana, Villa Moreno, Villa Itatí, Tablada, entre otros, embanderados en la necesidad de visibilizar y poner fin a las condiciones de desigualdad social que viven día a día, y reclamar justicia por sus vecinos, compañeros y amigos, víctimas de un sistema delictivo y opresor.

  “Los 185 asesinatos de jóvenes menores de 20 años en nuestra ciudad, da cuenta de cómo se decide tratar a l@s pib@s de los barrios populares que están fuera de cualquier otra instrumentación que pueda brindar el Estado. Refleja la puesta en marcha de una política sistemática de castigo y encierro”, afirmó Luz Olazagoitía, miembro de la agrupación Causa y Efecto, y de la Asamblea.

  Respecto de esta última agregó que “surgió no sólo en medio de la coyuntura marcada por el debate del proyecto de baja en la edad de imputabilidad, sino que apuntamos a trascender este momento, a fin de consolidarnos como actor político con injerencia en la vida de los niños, niñas y jóvenes, ya que las organizaciones que participamos en la Asamblea trabajamos cotidianamente en los barrios, siendo testigos del maltrato y olvido que padecen”.

  En relación, la construcción de poder popular a la que apuntan se vio reflejada en la apropiación que de los reclamos, denuncias, vivencias, es decir, de la palabra misma, hicieron los y las jóvenes que se pusieron al frente de la movilización. Chicos y chicas que piden por los menores procesados por estar vinculados a la venta de drogas, y que lejos de ser culpables, son las víctimas directas de una estructura social que los margina del sistema escolar y del mundo laboral, para convertirlos en  rehenes de las redes de narcocriminalidad, comandadas y encubiertas por adultos.
“Un niño de 15 años tiene hoy más cerca un arma y más posibilidades de entrar en un búnker que de acceder a un trabajo”, aseguró el periodista Carlos del Frade.

Fuente: https://www.facebook.com/Asamblearosario
  “Los pibes son pibes, no a la baja de la edad de imputabilidad, hermosa bandera que encabezó la marcha, para decirle a la sociedad que deje de ser cobarde, que deje de ser mentirosa, que los pibes no son el problema, sino que son el reaseguro del amor y de lo mejor que nos pasa a nosotros. Esta marcha es un hecho histórico ante el silencio cómplice de los grandes poderes, que no entienden que hay que cuidarlos a los chicos y no cuidarse de los chicos, que hay que abrazarlos y no encerrarlos ni matarlos, como está pasando en distintos barrios de Rosario”, exclamó Del Frade al recibir a la movilización que recorrió el centro de la ciudad hasta llegar a Plaza 25 de Mayo.

  Las cifras no son sólo números, en tanto hablan de una realidad concreta, de historias de vida, y nos dicen que al presente existen 120 menores procesados por trabajar en búnkers de droga, utilizados como chivos expiatorios, para encubrir a los verdaderos beneficiarios de este millonario negocio, que por cierto, no viven en las humildes casas de las villas o barrios, donde curiosamente suelen ir a buscarlos las fuerzas de seguridad, sino en lujosos edificios de la ciudad.

  Lo anterior evidencia que no es posible un abordaje profundo de la situación que se vive en las barriadas populares si no se va más allá de la mera culpabilización y condena, para pensar qué es lo que lleva a los pibes a delinquir. A su vez, y volviendo a datos concretos, vale mencionar también que solo el 0,5 por ciento de los delitos son cometidos por jóvenes de entre 14 y 16 años; al tiempo que el 4, 5 por ciento corresponde a pibes de entre 16 y 18. Lo que equivale a decir que “el 95 por ciento de los delitos, lo hacemos nosotros los grandes, que por cobardía le echamos la culpa a los pibes, porque no nos atrevemos a señalar a los delincuentes de guante blanco que han hecho este tipo de sociedad injusta”, expresó el periodista Del Frade.

  A medida que se iba arribando a la plaza en la que cada jueves dejan sus huellas las Madres de Plaza de Mayo de Rosario, la multitud se ubicaba para escuchar la lectura del documento elaborado por la Asamblea. 

  En el mismo, se recordaron los asesinatos de los militantes populares Jere, Mono y Patóm, en enero de 2012 en Villa Moreno, y de Mercedes Delgado en barrio Ludueña, en enero de este año, así como la muerte de otros cientos de jóvenes, que evidencian la creciente expansión de “la conflictividad social y el narcotráfico, y que exigen una respuesta”. Se suma a ello, las pésimas condiciones de los lugares de encierro, denunciadas por los propios trabajadores que sufren la precarización laboral y son testigos del incumplimiento de los derechos humanos esenciales de quienes están detenidos.


  
  En tal sentido, se hizo referencia a las características del poder punitivo, al gatillo fácil y la política represiva de la institución policial con un aumento de las persecuciones, violencia, detenciones y allanamientos ilegales. “Un dato alarmante que muestra la vulnerabilidad a la que están expuestos lo jóvenes, es la tortura policial que sufren cuando son apresados.
Al respecto,  el 40 por ciento de los jóvenes que ingresan al IRAR (Instituto de Rehabilitación del Adolescente) llegan torturados desde una comisaría, al tiempo que entre enero de 2010 y setiembre de este año, 33 jóvenes que transitaron en tal institución, han muerto en enfrentamientos con la policía de dudoso esclarecimiento o entre bandas y dos de ellos fallecieron dentro del IRAR por ahorcamiento”, según se detalla en el documento.

  Es por ello que, el avasallamiento de derechos que sufren las víctimas de las desigualdades sociales y económicas generadas por un sistema de consumo y explotación, requiere de políticas estatales integrales que “garanticen el efectivo cumplimiento del sistema de promoción y protección integral consagrados en la normativa nacional e internacional”. 

  "Lo que ocurrió con Gabriel Aguirre, adolescente de 13 años, asesinado de dos balazos en la espalda en las calles de Ludueña, forma parte de un entramado de violencia e impunidad que el padre Edgardo Montaldo, hace 13 años atrás cuando Gabi nacía, ya venía denunciando, sobre que la policía distribuía droga entre los pibes y después los mataba”, afirmó Del Frade en referencia a los reclamos de quienes trabajan en los barrios más humildes, y tienen contacto directo con las problemáticas que enfrentan, pero pese a ello no son escuchados por aquellos a los que la muerte de un pibe les parece “un hecho menor”.

  A futuro, el trabajo se orientará en pos de lograr la declaración de emergencia de la niñez y la juventud en la ciudad, para que “se dimensione lo que está ocurriendo en los barrios y se adopten políticas concretas y serias en cuanto a este sector de la población, que se respete la Ley de Protección Integral de los derechos de las niñas, niños y adolescentes, y se considere la participación de las organizaciones que tienen contacto con los pibes, en los territorios”, aseguró la militante Luz Olazagoitía.

  El camino de lucha está abierto, porque "Ningún pibe nace chorro”, y “La violación a la intimidad y la soledad es la mayor vejación a un ser humano y no se puede permitir hacerle eso a un niño. No se puede ser niño y estar preso”. 


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