jueves, 6 de febrero de 2014

Una marcha por la absolución y contra la criminalización

“Absolución de los trabajadores de Las Heras”, decía la bandera que encabezaba la marcha que partió de la Plaza 25 de Mayo de la ciudad, para recorrer un tramo del centro urbano hasta llegar a Córdoba y Paraguay, el punto fijado para el acto central de la actividad. 

La misma consigna grabada en el paño se escuchaba en los cantos de las diversas organizaciones que participaron de la movilización, en el marco de una Jornada Nacional de Lucha que tuvo su epicentro en Capital Federal. 

A nivel local todo comenzó cerca de las 19 cuando de a poco las agrupaciones se predisponían a iniciar un recorrido signado por consignas que rechazaban la “injusticia” del caso de los laburantes condenados a cadena perpetua en la localidad santacruceña de Las Heras cuando reclamaban el fin de la tercerización laboral, en un juicio plagado “de irregularidades” en el que se evidenció la aplicación de métodos de tortura tanto a testigos como a los acusados. 

Luego de conocerse dicha sentencia en diciembre último, se formó el Comité de Apoyo por la Absolución de los Petroleros de Las Heras que nuclea a la CTA Rosario, ATE Rosario, Amsafé Rosario, Coad, el PTS, PO, FPDS-CN, PCO, Opinión Socialista, Centro Cultural La Toma, Casa de la Memoria, Colectivo Aguafuerte, Causa y Efecto, entre otras agrupaciones que también dieron su apoyo al reclamo nacional.


Con el paso del tiempo los convocados fueron arribando a la Plaza Pringles, donde tendría lugar el acto principal. Allí luego de mencionar las adhesiones al reclamo de absolución, referentes de las organizaciones antes citadas procedieron a la lectura del documento difundido en los últimos días. 





En tal escrito se deja constancia del “escandaloso juicio” que desarrolló el Tribunal Oral de Caleta Olivia y que terminó con la condena a prisión perpetua para Ramón Cortez, José Rosales, Franco Padilla y Hugo González y la pena de cinco años de prisión para otros seis acusados, en la denominada “Causa Sayago”.

Además se detalla como en el 2006 los trabajadores que “reclamaban por su encuadramiento en el convenio de la rama petrolera y no en el de la construcción, para lograr condiciones salariales y laborales correspondientes” fueron, luego de 20 días de huelga y movilización, reprimidos por la policía tras un pueblada que comenzó cuando fue apresado el vocero elegido en asamblea, Mario Navarro.

“Los petroleros marcharon hacía la alcaldía para exigir su liberación y ante la represión se produjo un levantamiento del pueblo que la policía repeló hasta con balazos”, destaca el documento que fue leído por los representantes gremiales, políticos y sociales de las organizaciones presentes. “En circunstancias por demás confusas y sin que ni siquiera en el juicio se pudiera establecer de donde partió un disparo, cayó muerto el policía Jorge Sayago. Fueron apresados 17 trabajadores (y varios vecinos) y acusados por desmanes y asesinatos”, continúa relatando el texto que también detalla los allanamientos que sufrieron las familias de los imputados y el “clima de terror” que se instaló en la población.


En relación el pasado viernes 31 de enero uno de dichos trabajadores, Ramón Cortez, se hizo presente en un charla organizada en la sede de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) de la ciudad para compartir el doloroso testimonio de los hechos vividos en ese momento y porque entiende que “esto no se trata sólo de nosotros, no nos pasó sólo a nosotros, porque si la condena queda firme se sienta un precedente para la lucha de todos los trabajadores, por eso es necesario que nos acompañemos entre todos”, remarcó. En tal sentido Ramón detalló que luego de tres años de estar detenidos, sufriendo diferentes atropellos a sus derechos humanos,  fueron liberados  y el juicio oral anulado por la falta de pruebas en el caso. 

Sin embargo la imputación persistió ya que la Cámara de Apelación de Caleta Olivia dio lugar al pedido del gobierno de Santa Cruz para que se reactive el juicio que en el tiempo de sólo seis meses, con irregularidades evidentes y sin demostrar exactamente lo ocurrido, terminó con las condenas citadas. 

En la misma línea los movilizados de esta jornada remarcaron que “el Poder Judicial puso en evidencia que está sometido a los intereses empresarios, en este caso el de las empresas petroleras que imponen condiciones salariales y laborales de superexplotación. Tampoco ordenó que se investigaran las torturas, admitidas hasta por el fiscal de la causa”, sentenciaron en medio de cánticos y reclamos de los manifestantes que agitaban sus banderas. 

Al respecto vale destacar que en la mañana del miércoles la defensa de los trabajadores presentó la apelación del  fallo contra los obreros de Las Heras, en busca de su absolución.

Llegando al final del acto, cuando la tarde ya caía y la ciudad perdía su ritmo vertiginoso, las últimas palabras alusivas a la marcha se hacían sentir para recordar situaciones de “criminalización del reclamo obrero” como el procesamiento de los detenidos durante la represión en el Hospital Borda, y “la persecución de los delegados de las empresas Emfer, Lear y Kraft, en la zona norte del Gran Buenos Aires, militarizada con Gendarmería”. El pedido de replicar la campaña para exigir la absolución de todos los condenados y denunciar los delitos aplicados contra los trabajadores y pobladores en general, dio por finalizada la jornada de lucha. 


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