La tarde caía este jueves dos de enero pero el sol de verano seguía iluminando la canchita de fútbol, sus bancos y ese armazón emplazado en una de las esquinas, cubierto por una tela negra sobre la que se leía impresa la frase “Será Justicia”. No va a ser la única vez que esa frase se escuche, escriba, lea y proclame durante lo que queda del día.
En poco tiempo esa canchita ya no estuvo vacía. Se fue llenando de una multitud de gente que en sus remeras, banderas, en sus charlas, expresaba el reclamo común de justicia por los tres pibes asesinados en Villa Moreno el 1º de enero de 2012.
Dos años pasaron de la masacre que terminó con la vida de Jeremías Trasante, Claudio Suárez y Adrián Rodríguez, tres jóvenes, militantes sociales que murieron víctimas de la violencia vinculada al delito del narcotráfico que acecha los barrios populares de la ciudad y se cobra vidas inocentes, se cobra la vida de los más humildes. Dos años y sus vecinos, compañeros de militancia, amigos y diversas agrupaciones continúan en una lucha que aseguran no se restringe a que los culpables y cómplices de este delito sean juzgados y condenados sino que “se trata de crear poder popular para que esto no le pase a ningún pibe más”.
En ese contexto, pasadas las 19:30 en medio de la mirada fija de todos los presentes y tras las palabras de un militante del Movimiento 26 de Junio, del Frente Popular Darío Santillán (FPDS), en el que participaban los chicos, se retiró el telón negro tras el que una enorme estructura con la imagen de los militantes quedó al descubierto mientras la emoción, mezcla de dolor y fortaleza, se apoderaba de quienes vienen recorriendo el camino de memoria y lucha contra la impunidad.
“Hemos gritado hasta quedar afónicos por los pibes que son nuestra familia, nuestros hermanos e hijos pero por sobre todo son nuestra fuente de energía de donde sacamos fuerza para dar cada paso que es histórico” expresaba un militante y agregaba “venimos a decirle no a la impunidad, a la injusticia y a la muerte sin sentido”, convocando luego a comenzar la marcha que se dirigió desde Dorrego y Presidente Quintana hasta Tribunales Provinciales de Rosario.
La marcha encabezada por los familiares de los jóvenes asesinados estuvo marcada por la mística de las organizaciones presentes, sus cantos de aliento y reclamo, las charlas, el sentirse protagonistas del cambio que se busca para el propio lugar de vida. Participaron además del FPDS que organizó esta y las diversas movilizaciones que se desarrollaron desde aquel trágico 1º de enero, agrupaciones como el PTS, Giros, el Movimiento Evita, la Asamblea por los Derechos de la Niñez y la Juventud y ATE.
En el trayecto se encendieron las antorchas que iluminaban la noche bajo la consigna “En Rosario se hizo la luz y la dignidad” portadas por los familiares, amigos y vecinos de las más variadas edades partícipes de la construcción colectiva de una ciudad distinta.
Pasadas las 21 las luces comenzaron a acercarse a Avenida Pellegrini.
En primer lugar Lita Gómez, la mamá de Claudio “Mono” Suárez expresó: “No me cabe el corazón en el pecho de tener a tantos compañeros, con los que hemos luchado y estado en todas partes. Hoy más que nunca me voy a levantar y voy a salir a la calle para que a nadie más le pase lo que nos pasó a nosotros. Hoy más que nunca ellos están presentes”.
Además aferrada al cartel con el nombre de su hijo y emocionada por la multitudinaria convocatoria en la ciudad y el acompañamiento desde Buenos Aires dijo, “me llena de orgullo y espero que este año sigamos luchando para que nada más les pase a nuestros jóvenes. Gracias a todos por el apoyo”.
En consonancia, el padre de Adrián “Patón” Rodríguez, conocido como Killer visiblemente emocionado continuó agradeciendo a todos los que acompañaron la lucha ya que “nos dieron fuerza para andar por la calle” y pidió que se siga apoyando en el momento clave del juicio.
Luego tomó la palabra Eduardo Trasante, padre de Jeremías, recordó la doble ausencia que sufrió su familia por la pérdida del joven primero y de la mamá del mismo luego, ya que “su salud se fue apagando” tras la pérdida de su hijo. A continuación destacó que “para empezar este nuevo año quisiera compartir que esta señal que estamos trayendo va a ser un punto de inflexión, una luz en medio de una Rosario tan oscura”.
Al tiempo que agregó: “Me paro en el palacio de la injusticia para decir por todas las lágrimas y por la sangre derramada de nuestros hijos que si ello vale la pena para que cambie la realidad de la ciudad, que viva la sangre y la memoria de nuestros hijos siempre”. “Los dos años que venimos caminando darán sus frutos este año, le guste a quien le guste no nos vamos a quedar sin la justicia que venimos reclamando porque queremos caminar por una ciudad diferente donde el narcotráfico sea un mal recuerdo y se diga basta a la complicidad política y policial”.
Para terminar remarcó la demanda de justicia para las víctimas, “¿y tú crees que por tu mal obrar vas a quedar sin castigo?” expresó el pastor Trasante citando un pasaje bíblico y dirigiéndose a Sergio “El Quemado” Rodríguez que será juzgado como presunto instigador de la matanza; junto a Damián "Teletubi" Delgado, Brian "Pescadito" Spiro, Ezequiel Palavecino y Brian Romero como autores materiales. En tanto también fueron imputados como encubridores el comisario inspector Eduardo Ismael Carrillo, el suboficial Norberto Claudino Centurrión y el agente Lisandro Jesús Martín.
Al respecto los familiares y el Movimiento 26 de Junio manifestaron la necesidad de que “las causas por los homicidios, como así también la del encubrimiento policial, se tramiten juntas en la etapa de enjuiciamiento” ya que “lo que se ventilará en el juicio son los asesinatos de nuestros compañeros, producidos en el marco de una trama densa y compleja, donde el encubrimiento policial es un elemento constitutivo, inescindible”.
Llegaba a su fin la marcha de antorchas, los aplausos se replicaron incesantemente y la emoción marcada por el dolor y la tristeza por los que ya no están, se hizo notoria en los movilizados que en medio de gestos afectuosos, lágrimas y fuegos artificiales gritaron una vez más “Jere, Mono y Patóm, presentes, ahora y siempre”.
Excelente querida!!!!
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