viernes, 6 de septiembre de 2013

"Jere, Mono y Patóm", banderas en la lucha contra la impunidad



“…Aunque contenga las infaltables tristezas que nos embargan cuando tenemos que abordar la muerte y la tragedia, hemos tratado de recuperar esos rastros sutiles y bellos que nos deja la juventud cuando se organiza solidariamente, cuando trama futuro en la forja cotidiana del presente, cuando sueña en voz alta y rebelde, su dignidad inquebrantable y alegre”.




De esa alegría, de esa lucha y también del dolor y la injusticia, cuenta el libro “Soldaditos de Nadie. Jere, Mono y Patóm. Crónica de una lucha”, presentado el pasado martes 3 de septiembre en la Sede de Gobierno de la Universidad Nacional de Rosario. Se trata de un proyecto conjunto del Movimiento 26 de Junio y Puño y Letra Ediciones,  a través del cual se busca expresar la tragedia social encarnada en la muerte de Jeremías Trasante, Claudio Suárez y Adrián Rodríguez, así como también recuperar el rol de la juventud en las transformaciones cotidianas. 

Los nombres del “Mono”, “Jere”, y “Patóm”, se han convertido en bandera de lucha, forjada a partir de la sangre derramada de estos militantes, asesinados el 1º de enero de 2012, en la canchita de fútbol del club Oroño de Villa Moreno, en la zona sur de Rosario, por una banda delictiva vinculada al narcotráfico, que pretendía ajustar cuentas con sus verdaderos rivales en el negocio de la droga.

“Están en las luchas cotidianas de muchísimas personas que le ponen el cuerpo a la injusticia y no se resignan a la muerte”, dijo al comenzar el primer panel expositor, Patricio Bordes de la editorial de base, Puño y Letra, quien además agregó: “Este libro apunta a ser un instrumento para la construcción de Justicia y para poner un freno a la violencia cotidiana, reflejando la complejidad de la trama estructural que hace posible esa violencia”.

Según lo mencionaron desde la editorial rosarina, el objetivo es que el libro permita, en tanto documento histórico, encontrar las herramientas necesarias para que “las bases populares puedan organizarse y luchar contra la dominación”. En el mismo sentido, se remarcó que los testimonios de militantes y familiares, el análisis, reflexiones y datos concretos sobre Justicia, narcotráfico, violencia, medios y todo el entramado que rodea a la “Masacre de Villa Moreno”, tienen por fin lograr que los lectores puedan vivenciar y sentir la injusticia que se vive en los barrios marginados y olvidados de la ciudad, de manera que "todos nos hagamos cargo y participemos para cambiar esta fragmentación y pauperización social”.

A su turno, la militante del Movimiento 26 de Junio, del Frente Popular Darío Santillán, Agustina Moulins, destacó el trabajo colectivo que vienen realizando desde la muerte de sus compañeros para “recoger los sentimientos, vivencias, y luchar en esta realidad que nos afecta, entendiendo que todo cambio necesita del rol fundamental de la juventud”. A su vez, expresó lo que considera puede llamarse una “justicia paralela”, en tanto “resolvimos tener voz, salir a dar la lucha para que dejen de llamarlos soldaditos del narcotráfico, y para que se entienda que antes que seguir engordando el números de muertos, es preciso fortalecer las asambleas, seguir caminando y marchando, levantando las banderas por Justicia”.

Por su parte, Eduardo Trasante, padre de Jeremías, dijo en breves pero significativas palabras que impactaron en la nutrida cantidad de asistentes que participó de la jornada: “Debemos reivindicar el testimonio de nuestros hijos, porque ante el dolor no nos detuvimos, sabíamos y sabemos que tenemos un mensaje que dar, un reclamo que hacer, la muerte de nuestros hijos no va a quedar en el olvido, no va a quedar impune. Es un punto de inflexión no solo para mantener en alto su memoria sino para ver en Rosario la transformación que necesitamos, convencidos de que este esfuerzo va a hacer que sigan siempre presente”.

En un segundo panel de debate, llamado "Dos miradas sobre un ecosistema hostil. Militancia y periodismo en tiempos de narco-criminalidad", estuvieron presente distintos trabajadores de prensa que abordaron el crimen de Villa Moreno y que tienen relación con la cobertura de temas policiales.

Por un lado, Hernán Lascano, periodista del diario La Capital, comenzó su alocución con un interrogante enunciado por el sociólogo Pierre Bourdieu, sobre: “¿Qué hace que una situación conocida por todos se convierta en determinado momento en algo insoportable?”. Al respecto refirió que “si bien a Sergio “El Quemado” Rodríguez lo conocíamos todos, sabíamos de su vinculación con la barrabrava de Newell´s y negocios con el narcotráfico, a parir de este caso, lo que cambió fue el posicionamiento contra la impunidad, el rechazo de las causas de gatillo fácil que pretenden encubrirse como enfrentamientos, y las faltas de méritos de los causantes de los hechos con permanentes sobreseimientos”.

Al tiempo que tanto Lascano como los periodistas de Rosario 12, Leo Ricciardino y Lorena Panzerini, resaltaron el papel clave de la militancia social que puso al descubierto la asociación mafiosa y cuya movilización permitió que no se cierre la causa. Además, Ricciardino mencionó la importancia de penetrar en los ámbitos de la sociedad que siguen catalogando a este hecho como un caso policial más, para avanzar contra la criminalización de los sectores postergados.

Por su parte, Lorena Panzerini resumió así su parecer: “Se hizo justicia social, justicia militante. El que los medios lo consideren un ajuste de cuentas quedó atrás rápidamente, gracias a las movilizaciones que se sostuvieron en cada momento”. Sobre tal presencia militante se refirió también Sebastián Ortega, periodista de Cosecha Roja, quien calificó al caso de  “paradigmático”,  en tanto saca a la luz y sirve para entender lo que pasa en los barrios de Rosario. 

Fuente: Cooperativa de Comunicación La Brújula
En esa línea destacó cuatro aspectos, que entiende se vieron condensados: “Por un lado, se desnuda la manera en que se manejan los transas y narcos, y en relación, se pone sobre la agenda el rol del Estado, representado por las fuerzas de seguridad, y la complicidad manifiesta entre jueces, policías y jerarquías delictivas, así como se evidencia el rol que juega el poder político, a partir del abandono de los barrios donde los pibes se convierten en mano de obra de los narcos. Se suma a ello, el rol de la militancia para denunciar lo que pasa en las comunidades”.

Al reflexionar sobre la cobertura mediática del narcotráfico, el periodista de Infojus, destacó la necesidad de “ponerle vida , darle voz a los afectados, dialogar con la gente, para que los relatos sean más que números y análisis sociológicos, debemos  fomentar la discusión política sobre el papel del Estado, la Justica, la policía, y los mismos medios”.

La próxima etapa de esta lucha será el juicio oral y público, según la modalidad pedida por la defensa de Sergio Rodríguez, imputado por los asesinatos de los tres militantes, junto a parte de su banda; Brian Sprio; Daniel Delgado; Brian Romero, y Mauricio Palavecino. “Vamos a poner sobre la mesa el marco del narcotráfico, los modus operandi y las complicidades policiales.  Las audiencias orales nos permitirán seguir visibilizando el tema y generar presión mediática”, dijo Pedro Salinas, referente del Movimiento 26 de Junio, al ser consultado por la prensa.

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